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Donde estés, seguro estés

¿Disfrutas atendiendo al público? ¿Sabes idiomas? ¿Deseas trabajar con turistas? ¿Eres perfeccionista? ¡Genial! clara[1]mente puedes trabajar, e incluso dirigir, un hotel, hostal, casa rural, camping o apartamento turístico. Aparte de gestionar reservas, tu cometido fundamental será velar por que tus clientes se sientan mejor que en casa. Y, ¡ojo!, también hay que proteger al personal laboral y por supuesto al patrimonio a tu cargo (edificios, maquinaria, mobiliario, elementos decorativos…).

 La seguridad no es un accidente, es resultado de un esfuerzo inteligente.

 El Seguro para Alojamientos es obligatorio por ley. Y las coberturas obligatorias son:

— Daños materiales: agua, humedades, incendios.

— Robos: un buen seguro puede incluir cambio de cerraduras, y tanto robo de dinero en efectivo como objetos personales. También se suelen incluir garajes y terrazas.

— Responsabilidad Civil: cubriendo los daños causados a terceros.

 — Realojo provisional: cuando debes realojar a los huéspedes por algún des perfecto, y también a los vecinos del hotel cuando el siniestro que sufran sea causado por el hotel.

— Seguro de Accidentes de trabajadores: con gastos médicos e indemnización a los empleados que tengan un accidente.

— Maquinaria: normalmente es muy costosa, calcula cuánto cuesta reparar el ascensor.

Y también puedes complementar todas estas coberturas, pues es que existen otros riesgos que ni te imaginas: un empleado infiel, pérdida de beneficios por un cierre inesperado, defensa jurídica por reclamaciones o la Responsabilidad Civil que pueda tener la dirección del establecimiento.

Cuando el cliente es lo primero, el cliente es eterno

“Nuestro hotel tenía un encanto especial. De verdad, hemos sentido que éramos lo primero. Allí había orden, limpieza, amabilidad en todo el personal… Seguramente me dejo muchos detalles, pero detrás de este servicio hay una dirección preocupada por todas las personas, empleadas y visitantes. MUCHAS GRACIAS.